miércoles, 30 de marzo de 2016

Pagar con un selfie

Amazon ha presentado en marzo de 2016 una patente con la que se puede autenticarse en línea pagos mediante un selfie.
Dicha patente, busca ofrecer una alternativa segura ante las compras que puedan realizarse y con un simple gesto específico, se podrá demostrar que las imágenes son de los usuarios reales.
Con ello, además, se ayudará a prevenir a los hackers y ladrones de identidad.

Fuente: 
- BBVA Innovation Center

Bancos de EEUU. Smartphone en lugar de tarjetas

En EEUU, un nuevo sistema está instaurándose en más de 2.000 cajeros automáticos en al menos, 28 bancos, incluyendo gigantes como Wells Fargo, Bank of America and Chase.

Este nuevo sistema consiste, fundamentalmente, en retirar dinero en efectivo de los cajeros sin necesidad de utilizar tarjeta alguna. 

Además, bajo este nuevo sistema la gente puede pedir dinero en efectivo mediante una aplicación en su teléfono o un código en el cajero automático para recibir su dinero y todo ello sin necesidad de usar una tarjeta bancaria o introducir un PIN.

Gracias a esto, se podrá evitar una técnica mediante la cual los delincuentes roban datos y el dinero de la gente con dispositivos ilegales en secreto conectados a ranuras para tarjetas.

Algunas de esas máquinas, solo requerirán una actualización de software, pero otros tendrán que ser reemplazados en su totalidad.

Fuente:
- International Business Times

Francia el nuevo Hub de Innovación en FinTech

The largest FinTech segment in France is digital payments, with a transaction value that is expected to reach $88 billionin 2016.


Fuente: 
-   Let's Talk Payments 

martes, 29 de marzo de 2016

Fintech y su influencia en el sector bancario

El término fintech (finance + technology) hace referencia a las empresas del sector financiero que usan las tecnologías más modernas para crear productos innovadores.

En España, más del 60% desconocía a finales de junio de 2015 el significado del término fintech, y eso es debido a que en banca, se está poco acostumbrado a la aparición de novedades de estas características. A pesar de eso, casi el 50% de los profesionales financieros en nuestro país, utiliza un producto o servicio financiero fintech (banca online, pagos y transacciones mediante app's...) en su trabajo diario, pero eso no quita para que en banca la aparición de nuevas ideas, haga saltar las alarmas.


Sin embargo, la tendencia a usar herramientas y plataformas de este tipo (con el objetivo también de eliminar intermediarios como ya ha ocurrido en otros sectores), para organizar finanzas y obtener financiación, se está extendiendo y es por ello por lo que los bancos tradicionales tienen que renovarse e innovar.





Fuente: 
- Blog Excelend. La hora de las personas

Adiós al dinero contante y sonante

En esta era de transformación digital en la que la música son archivos MP3, los libros son e-books, las fotografías nunca las imprimimos y las cartas han dado paso a los e-mails, hay un reducto que aún resiste: el dinero. Pero ¿por cuánto tiempo?
En 2015 el efectivo fue el principal medio de pago en el mundo. Las estimaciones sitúan en un 85% el número de transacciones realizadas al contado, lo que representa un 60% del volumen total de pagos.

Y, sin embargo, a pesar de estas abultadas cifras de efectivo, la digitalización del dinero y de los medios de pago es un hecho. Se pasó de las cartillas y los cheques a las tarjetas de crédito, y llegan ahora las aplicaciones móviles y sistemas de pago electrónico de todo tipo. Si las canciones y los periódicos se han digitalizado, ¿qué impide que se digitalicen también las monedas y billetes? ¿Qué lo limita realmente?
En Dinamarca el Gobierno quiere apostar por eliminar el efectivo del país en los próximos meses. Esta decisión se suma así a la tomada por otros países nórdicos como Suecia o Islandia donde se promueve la desaparición del dinero físico con la aplicación de medidas que permiten abonar con tarjeta cualquier compra, desde un café hasta unos caramelos.
Los daneses han prohibido el efectivo en tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes, la primera fase de un plan, cuyo objetivo a medio plazo es convertir al país en el primero del mundo sin monedas ni billetes. De hecho, el Banco Central de Dinamarca ya no los fabrica. Uno de cada tres ciudadanos de ese país emplea MobilePay, aplicación creada en 2013 que permite transferir dinero a otros teléfonos o cuentas. Quizá el caso de Dinamarca, con 5,6 millones de habitantes, no es equiparable a otros países europeos de mayor tamaño como Alemania o España —las dos naciones europeas que más utilizan las monedas y billetes según el Banco Central Europeo—.
La digitalización del dinero ¿tiene que ver con el tamaño del país o con el nivel de modernización de su sociedad? Ni lo uno ni lo otro.
En el mundo hay unos 2.500 millones de personas que no tienen servicios bancarios pero que, por el contrario, pueden acceder fácilmente a un teléfono móvil, como es el caso de Ecuador, donde el 40% de la población activa no está bancarizada pero el 100% de los hogares dispone de teléfono móvil. Esto va a facilitar claramente la transición del dinero físico al “dinero móvil”. El modelo de transferencia de dinero con mensajes de teléfono, a través de aplicaciones, ya ha logrado colocar a África como el epicentro mundial del dinero móvil. Gran parte del éxito en la región subsahariana se ha debido a la falta de bancarización de muchos de sus habitantes. Hoy en Kenia más de la mitad de la población adulta utiliza M-Pesa, una aplicación lanzada por Vodafone en 2007 que permite transferir fondos o pagar facturas domésticas desde una terminal móvil. El volumen de dinero que mueve es superior a los 18.000 millones de dólares en pagos, con unos costes de transacción más bajos que los de las compañías de envío de dinero. El modelo ya se ha exportado a otros países como Afganistán, India y, más recientemente, Rumania.
Así que ni el tamaño de un país ni su modernización financiera influyen en la digitalización del dinero. Entonces, ¿qué frena o acelera la desaparición de los billetes? En Alemania las compras por importes inferiores a 20 euros se realizan casi en su totalidad en efectivo, mientras que cuando el coste es de entre 50 y 100 euros se utiliza la tarjeta de débito en un 43% de las ocasiones. Algo parecido pasa en nuestro país, donde las comisiones en los pagos por tarjeta o móvil para bajos importes son un desincentivador para que los comercios permitan pagar por esa vía.
Así las cosas, ¿realmente llegará el fin del dinero físico? Hay tres detonantes que pueden acelerar este cambio. El primero es tecnología aplicada a los medios de pago. Actualmente hay una interesante competencia entre entidades financieras, compañías de tarjetas de crédito (como Visa y Mastercard), grandes tecnológicas como Google y Apple (con sus aplicaciones Google Wallet y Apple Pay, respectivamente) y multitud de pequeñas empresas dedicadas al fintech (tecnología financiera) con innovadoras iniciativas. Hay una gran y heterogénea gama de soluciones, sin que ninguna de ellas sea aún la líder indiscutible. Visa, por ejemplo, está trabajando en un sistema que permita realizar pagos directamente con el dedo utilizando un lector biométrico de las venas, y también se avanza en la tecnología ponible (wearable technology), que desarrolla relojes, pulseras o anillos conectados a internet que impulsarán los medios de pago digitales. El objetivo es que el acto de gastar sea lo más sencillo posible. Habrá que analizar cómo en el futuro podría afectar esto al descontrol en el consumo. Si nos cuesta menos pagar con la tarjeta de crédito que con efectivo, ¿qué pasará cuando se pague simplemente con el dedo?
El segundo factor determinante del cambio son las famosas criptomonedas, encabezadas por el bitcoin. Este es posiblemente uno de los cambios más desconocidos y disruptivos. Pero lo más atractivo —y gran parte de la genialidad— de esta moneda programable radica en su tecnología. La llamada cadena de bloques o blockchain es un libro contable descentralizado donde se registran todos los intercambios de una unidad de cuenta o bitcoin. Esto permite solucionar el problema del doble gasto en un sistema de pagos descentralizados, es decir, que nadie pueda utilizar el mismo dinero digital dos veces. Además, también se elimina la necesidad de tener una entidad central que controle todas las transacciones. Es lo más parecido a tener un billete físico en un mundo virtual, porque cada moneda digital está numerada.
Hace un año, la start-up americana de Bitcoins21 obtuvo más de 116 millones de dólares de inversores. El Gobierno británico ha creado un fondo de 10 millones de libras esterlinas para la investigación de la tecnología detrás de la moneda (elblockchain). Y Rusia a través de su mayor banco, Sberbank, también montó un fondo de capital de riesgo de 100 millones de dólares para apostar, entre otras, en innovaciones que tengan impacto dentro del espacio financiero.
El tercer y último detonante que puede acelerar la desaparición del dinero tiene que ver con el impacto fiscal y el fraude. El fin de las operaciones en efectivo permite un mayor control de las transacciones evitando el blanqueo de capitales y la evasión de impuestos, que genera la economía sumergida. Un país sin dinero físico no tendría más evasores, ni problemas de pagos en b. Además se evitarían los atracos físicos, aunque la piratería se pasaría al lado digital. Por otro lado, las entidades financieras y los Gobiernos se ahorrarían mucho en la manipulación, el transporte y la custodia del efectivo.
El final del dinero físico está más cerca que nunca. Su fecha de caducidad aún está por determinar, pero la tecnología ya proporciona todo tipo de soluciones para realizar pagos, y los usuarios son cada día más digitales —y adictos— al móvil. Ellos tendrán la última palabra a la hora de elegir el medio de pago definitivo. Y puede que los billeteros tengan sus días contados.

Hay diferencias demasiado grandes

Es difícil notarlo y probablemente cuando un consumidor es fiel o mantiene sólo un banco quizás nunca lo vea, pero es mucha la diferencia en el cómo los bancos han llevado sus plataformas web a servicio de sus clientes.

Hoy, lo que podríamos llamar la banca online representa probablemente lo que será en el futuro cómo se maneja el dinero, que es a través de la tecnología.

Está claro que en estos días la gente no está usando el dinero físico, como podríamos clasificar a las monedas y los billetes, como se usaban en el siglo pasado. Hoy el crecimiento del uso de las tarjetas de crédito ha sido sustancial, tanto que ha permitido que la banca comience a crear dinero, a través de los depósitos que hacen los clientes, las transacciones en el momento de comprar (o cuando recibe los sueldos), cuando les depositan los sueldos, etc.

Por lo mencionado anteriormente, es muy importante que las páginas web sean lo más "amigables" posible. Para que los clientes puedan realizar todo lo antes mencionado de manera fácil, y que se familiarice pronto con todas las herramientas. En efecto, muchos países existe el sistema PAT o PAC, en donde se pueden pagar automáticamente las cuentas a través de la plataforma Web, con cargo directo a la tarjeta de crédito o a la cuenta corriente.

Esto lo más probable es que sea una carrera de nunca acabar, pero se entiende que la la tecnología, es este caso llevado a la plataforma web es de vital importancia para los bancos. Más aún con la creciente baja en la utilización de dinero físico por el electrónico.


    

domingo, 20 de marzo de 2016

El Sepblac marca el terreno para evitar que las "fintech" se usen para blanquear dinero

El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac), ha definido una serie de reglas para autorizar que las fintech puedan dar de alta a los clientes a través de videoconferencias, un trámite que radica en eliminar la burocracia presencial y ofrece, desde el principio, sus servicios a través de dispositivos y recursos tecnológicos.
La tecnología no está al margen de la ley y se pretende evitar que las fintech sean usadas como foco de blanqueo de dinero o transferencias con fines ilegales. Es más, se podrán usar procedimientos de identificación del cliente siempre que hayan sido previamente autorizados por el Sepblac.
En España, el banco móvil alemán Number26 está ofreciendo sus servicios y está verificando la identidad de sus clientes mediante videoconferencia.
Los procedimientos de identificación del cliente podrán ser usados





Fuente: 
- Diario El Confidencial